El gotelé es algo que todos hemos tenido presente en casa alguna vez, ya que se trata de un tipo de cobertura para tabiques que gozó de gran popularidad durante finales del siglo pasado, por lo que aún sigue presente en muchas viviendas construidas en esa época.
De este modo, el gotelé estuvo muy de moda durante este periodo ya que se trataba de un tipo de acabado económico que nos ayudaba a disimular las imperfecciones propias de la construcción de esta época, ya que el alisado de muros se trataba de un proceso mucho más complejo y costoso que muy pocos podía permitirse.
De esta forma, las paredes de gotelé se usaban principalmente para ocultar desperfectos en su acabado, dotándolas de un aspecto irregular pero que, en su conjunto, favorecía bastante el aspecto de la vivienda. Por ello, el gotelé se trataba de una técnica perfecta para cubrir la disfunción de un sistema de construcción bastante menos avanzado que el que disfrutamos en la actualidad.
Asimismo, el gotelé destaca por ser ser un tipo de acabado en grano que puede presentar diferente grosor, lo cual nos permitía tanto lucir diferentes tipos de acabados dentro de una misma estancia, así como modificarlo de forma rápida, sencilla y económica por otro tipo de gotelé que además nos ayudará a esconder las imperfecciones y fallos de la construcción.
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De este modo, el gotelé puede aplicarse utilizando diferentes técnicas, siendo las más comunes aquellas en las que se utilizan paletas, rodillos o pistolas especiales para pintar las paredes de las estancias de nuestro hogar.
¿Qué es mejor gotelé o pared lisa?
Este tipo de acabado era muy común en los años 60 y 70 pero, con el paso de los años, el gotelé se ha convertido en un enemigo del que queremos huir, ya que dota de un aspecto antiguo y desfasado a nuestra vivienda.
Esto se debe a que, con el transcurso de las décadas, las tecnologías relacionadas con la construcción avanzaron con rapidez, lográndose fabricar paredes completamente lisas aplicando yeso con miras metálicas o tabiques de pladur. Este hecho hizo que el gotelé despareciese por completo a la hora de construir nuevas viviendas, lo que ha contribuido a que este acabado sea percibido como algo añejo y antiguo.
Por ello, las paredes lisas presentan una serie de ventajas en relación a aquellas de gotelé, siendo las siguientes algunas de las más destacables:
- Acumulan menos polvo que una pared en grano de gotelé, ya este resbala por la superficie.
- Nos permiten adornar las paredes a nuestro gusto con vinilos, tapices u otros elementos decorativos.
- Cuentan con una estética más moderna y actual.
- Las reparaciones sobre gotelé no son homogéneas y es difícil disimularlas al no poder alcanzar el mismo tipo de grano.
- Las sombras del gotelé tergiversan el verdadero color de la pintura, hecho que no sucede con las paredes lisas.
Por ello, cuando nuestra construcción es antigua y posee gotelé, la tónica hoy en día es buscar la manera de cambiarlo por un acabado liso.
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¿Cómo se puede disimular el gotelé?
Para conseguir deshacernos de nuestras paredes de gotelé de una vez por todos existen dos técnicas que nos ayudarán a que nuestra pared parezca más lisa.
La primera, consiste en mojar las paredes con agua para esperar que el grano se ablande, para después poder quitarlo con una espátula y luego corregir las imperfecciones dejadas con masilla. Este método consiste en la alternativa más barata de eliminar el gotelé.
La segunda, y más costosa, consiste en aplicar masilla sobre la pintura con gotelé ya existente para poder obtener un acabado totalmente liso en nuestro tabique.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad para saber un poco más sobre el gotelé. De este modo, si estás buscando un equipo de profesionales que te ayuden a alisar las paredes de tu vivienda, te recomendamos que te pongas en contacto con Ecorenueva, nuestra empresa de reformas integrales en Madrid.